Por Andrés Gallegos
En nuestro programa de hoy, titulado 'Los homosexuales
se comerán a tus hijos', veremos el daño que ocasionan estos depravados con sus
preferencias. Por eso los convocamos a ustedes, madres y padres de familia
influenciables y prejuiciosos, a que continúen en las penumbras marchando como
borregos detrás de una manifestación excluyente y cavernaria.
La Biblia, la palabra de Dios que nunca se equivoca,
contiene innumerables citas que comprueban el daño que los gay le hacen a TÚS
hijos. Ya no hablemos de aquel pobre infeliz al que Dios mató por hacerse una
chaqueta, o a esa Sodoma de la época de Abraham consumida por las llamas
divinas. Desde Moisés hasta San Pablo, encontramos casos de canibalismo contra
los niños, esas bellas criaturas del Señor. E incluso ahora, en un mundo
atacado por plagas como la educación laica y los derechos humanos, esos
enfermos insisten en comerse a toda la infancia, pero su sed de sangre y
vísceras solo puede ser aplacada por la infinita ira divina.
Dígame señora, dígame señor que nos está escuchando, ¿qué
haría usted si un día algún matrimonio homosexual secuestra a tu niño para
cocinarlo a las brasas y salpimentarlo para darle un mejor sabor?, ¿que un día,
saliendo de la escuela, una pareja de marimachas droguen a tu criatura para
devorar sus sesos en un rico caldo, y guarden el resto del cuerpo en el
congelador?. Los gay no pueden tener hijos primero para sacrificarlos al fogón
después, porque el canibalismo está para que lo ejerzan los padres
irresponsables que los abandonan en la calle, las empresas que los usan como
mano de obra barata, o la pobreza que los arrincona a marchitarse de hambre
viviendo de limosnas.
Por eso es que los homosexuales no deben casarse ni tener
hijos, luego falta que pidan hogar, educación y asistencia médica los muy
desgraciados. Ningún cristiano o hijo de Dios debe amar a sus enemigos o al
prójimo como a sí mismo, porque todos sabemos que Jesús era un hippie mugroso
con ideas comunistas. Por eso hay que marchar, radioescuchas, para inculcar la
intolerancia y entrometernos en la vida pública de los demás con nuestras
frustraciones, para obligar a los demás a pensar legalmente como nosotros, a
dominar los cuerpos y las vidas sexuales de los demás. ¿Porque tener cariño por
esos cocineros de niños, para que después te digan en tu cara lo deliciosos que
saben?
Los matrimonios del mismo sexo atentan contra nuestro modo
de vivir. ¿No lo entienden, caníbales?. Queremos familias disfuncionales, donde
el padre golpeé a su mujer y maleduque a sus hijos, donde lo mejor sea traer
niños para abandonarlos a merced de las miserias de la creación, donde las
mujeres se embaracen jóvenes y sean juzgadas como putas por la ropa que visten,
donde nuestros santos curas puedan tener sexo con niños sin ninguna
restricción, donde podamos curar a los gay una enfermedad que no tienen, donde
el sexo se prohíba para que después esta pulsión se degenere mediante otras
vías. Todo eso nos pertenece, y debe compartirse entre un hombre y una mujer
Doy gracias al Señor por otro inspirado programa de pensamiento positivo y desarrollo humano. El amor de
Dios es tan grande que no me cabe en el cuerpo.
ADDENDUM
Comentarios sobre
familia, matrimonio homosexual y los niños benditos
Existen diversos tipos de familias en el mundo, el modelo de
familia que toma la iglesia católica (madre, padre e hijos) es solo una de
muchas existentes. Además, este modelo tradicional se ha ido socavando por
diversos fenómenos, como un creciente número de divorcios y otros tipos de familia
como la monoparental o la unión libre, que por lo general no son bien vistas
por la Iglesia. Ya ni hablemos de otras prácticas familiares como la poligamia
en Asia o las familias extensas rurales en países como India. Así que hay más
tipos de familia de lo que se cree, y no lo que defina la visión restringida de
la iglesia católica.
Yo prefiero utilizar un concepto moderno de familia, que
incluya a las familias de elección o de afinidad, donde entrarían los
matrimonios homosexuales. Prefiero usar el término del sociólogo Christopher
Carrington, que define la familia como "personas que se aman y
cuidan". En los matrimonios gay, aunque los hijos no sean "de
sangre" o no se tengan hijos, se desarrollan actividades similares que en
una familia "normal", como planificar labores de alimentación,
cuidado de parientes, tareas domésticas, etcétera. Incluso, resulta irónico que
cada vez más gays quieran formar una familia con dos padres o dos madres e
hijos, en una etapa donde este tipo de organización declina.
Sectores conservadores de la Iglesia se ponen una venda en
los ojos y se aferran a sus estructuras de pensamiento tradicionales cuando la
realidad marca cambios que hay que entender y no anatemizar. Manuel Castells muestra
en "El poder de la identidad" que en Estados Unidos el 25% de los
niños no vivían con sus dos progenitores en 1990, de un 13% en 1960. Apenas la
mitad de los hijos viven con sus dos padres biológicos, ya sea que vivan con
solo uno o con algún padrastro o madrastra. En México ocurren fenómenos que
contravienen la familia tradicional católica pero que son visibles, como los
hijos ilegítimos o bastardos y el aumento de divorcios, de casi 20 por ciento
entre 2000 y 2011 según el INEGI.
Por último, yo creo que los niños, al saber si tienen dos
papás en vez de una mamá y un papá, les pasará lo mismo que a aquellos niños
con padres divorciados, con el padre o la madre ausentes, o los que
directamente no tienen papás y viven con los tíos o los abuelos, un
enfrentamiento con el status quo que considera normal vivir con una familia
conformada por un hombre y una mujer. "Defender la familia" también
es defender todos los tipos de familia, incluso las de las llamadas
"minorías", porque un gobierno democrático hace leyes para
protegerlas o si no abusaría de su poder. Y "defender los derechos de los
niños" es una actividad mucho más profunda que evitarles el contacto con
los "perversos homosexuales come niños", tan capaces de criar hijos
como un matrimonio heterosexual. No existe ninguna evidencia científica que los matrimonios
homosexuales dañen o perturben a sus criaturas por el simple hecho de tener
esta preferencia sexual. Si tienen evidencias no religiosas al respecto,
muéstrenlas.
Respecto al aborto, es un tema más complejo. Pero me
gustaría tocar el tema de los abortos indirectos. La iglesia católica más
cavernaria, la que piensa que hasta una "Manuela" es un asesinato de
millones de seres humanos y un condón es un instrumento del demonio, no mide
con la misma vara estos casos donde la madre "mata a su hijo" pero de
forma indirecta. Marvin Harris lo explica mejor en "Nuestra Especie".
"Debido a los peligros que afrontan las madres para
practicar el aborto en las sociedades preindustriales, las mujeres prefieren
muchas veces destruir al recién nacido que al feto". Harris refiere como
métodos indirectos, "dejarlo morir de hambre lentamente, descuidarlos
física y psicológicamente, y permitir que ocurran 'accidentes' ". Se le
adjudican a esos niños no queridos signos de fatalidad y su muerte se recibe
con cierto alivio, tildando el fallecimiento como "voluntad de Dios"
o una llamada al cielo para convertirse en un "angelito". La
explicación de este fenómeno viene acompañada con datos empíricos. ¿Esto es un
atentado contra la vida también?.